Los medicamentos contra el VIH son caros. En el transcurso de un año, solo uno costará miles, algunos más de $ 10,000, y se necesita más de uno para tratar a las personas con SIDA. Estos altos precios ejercen una presión insoportable sobre los Programas de Asistencia para Medicamentos contra el SIDA que tienen problemas de liquidez, lo que limita el acceso al tratamiento que salva vidas para quienes más lo necesitan.
Las principales compañías farmacéuticas están bien compensadas por su investigación y desarrollo médico. En 2010, Bristol-Myers Squibb, Johnson & Johnson y Merck reportaron ganancias de más de $10 mil millones cada una. Mientras tanto, sus sobreprecios en los medicamentos para el VIH ponen en riesgo a los pacientes.
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