New York Times Pida a las principales economías mundiales que sigan contribuyendo financieramente a las oportunidades de tratamiento en los países en desarrollo. Al permitir que el nuevo Organización Mundial de la Salud directrices de Al iniciar el tratamiento antirretroviral con un recuento de 500 CD4, dicho respaldo financiero daría a millones de personas más que viven con el VIH en todo el mundo acceso a un tratamiento que salvaría sus vidas. Lea el artículo de opinión de la Junta Editorial del NYT a continuación y vea la historia en su lugar aquí. EDITORIAL
La Organización Mundial de la Salud emitió recientemente nuevas directrices agresivas para tratar a las personas infectadas con el VIH, el virus que causa el SIDA. Las pautas son un paso adelante bienvenido, pero no alcanzan los objetivos de tratamiento que podrían y deberían establecerse. El ingrediente que falta es suficiente financiación por parte de donantes internacionales y muchos países afectados para que los tratamientos estén ampliamente disponibles. Actualmente, se estima que 34 millones de personas en todo el mundo están infectadas con el VIH, principalmente en el África subsahariana. Alrededor de 9.7 millones de ellos están siendo tratados con medicamentos antivirales que pueden prolongar sus vidas durante décadas. Unos siete millones más eran elegibles para los medicamentos según las pautas anteriores, pero aún no los están recibiendo.
Las nuevas directrices ampliarán la brecha. Recomiendan que las personas infectadas reciban medicamentos antivirales incluso antes de lo habitual, cuando el recuento de glóbulos blancos CD4 de una persona es relativamente alto, lo que indica un sistema inmunitario aún saludable. El nuevas pautas hacen que alrededor de 26 millones de personas en países pobres y de medianos ingresos elegibles para los medicamentos, frente a los 17 millones anteriores. Idealmente, prácticamente todas las personas que se sabe que están infectadas deberían recibir tratamientos farmacológicos de inmediato, en una sola pastilla, sin importar el recuento de CD4. Eso reduciría en gran medida el riesgo de transmitir el virus a otros y prolongaría la vida al prevenir el deterioro del sistema inmunológico. Una vacuna sería la forma más segura de prevenir la infección porque una persona estaría protegida durante un número considerable de años, tal vez de por vida, sin necesidad de tomar medicamentos antivirales de forma indefinida. Pero una vacuna efectiva podría tardar años en desarrollarse y podría ser solo parcialmente efectiva. Los primeros tratamientos farmacológicos seguirán siendo de vital importancia en el futuro previsible. |