AIDS group advierte a la OMS que la acción concreta para poner fin a la actual crisis del ébola, abordar las enfermedades tropicales desatendidas y proteger contra futuras emergencias es mucho más importante que promover su nuevo eslogan.
WASHINGTON (13 de marzo de 2019) AIDS Healthcare Foundation (AHF) insta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tomar medidas más tangibles para poner fin a la actual crisis del ébola, abordar las enfermedades tropicales desatendidas y proteger contra futuras emergencias en lugar de declaraciones para promover su eslogan más nuevo.
Mientras que su plan de los “tres mil millones” Para mejorar la salud mundial durante cinco años es un objetivo admirable, el brote de ébola en curso en la República Democrática del Congo es evidencia de que las reformas deben traducirse en cambios inmediatos y procesables para enfrentar mejor las emergencias. Además, las enfermedades tropicales desatendidas, que no se mencionan en la declaración, son una de las principales causas de la carga de morbilidad, lo que resulta en la pérdida de aproximadamente 57 millones de años de vida debido a una discapacidad y muerte prematuras, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC).
“La declaración reciente de la OMS puede tener buenas intenciones, pero lo que se necesita en este momento son reformas que ayuden a las personas que mueren todos los días”, dijo el presidente de AHF. miguel weinstein. “Esperamos que los objetivos mencionados en la declaración finalmente se hagan realidad, pero aquellos que actualmente sufren el segundo peor brote de ébola en la historia necesitan toda la atención de la OMS”.
Con más de 900 personas infectadas con ébola y casi 600 muertes desde agosto pasado, AHF insta a la comunidad internacional a hacer más. La OMS debe declarar el brote como una emergencia de salud pública de interés internacional, y la ONU debe usar su mandato existente que autoriza la fuerza para garantizar la paz para el esfuerzo de respuesta. Estas dos medidas permitirán una mayor cooperación entre las agencias, recursos reforzados y protección para el personal médico que trabaja incansablemente para combatir el virus.
El epicentro del brote se encuentra en un área donde los grupos armados compiten por el control, amenazando los esfuerzos de socorro y poniendo en riesgo a los trabajadores de la salud. Hace solo dos semanas, dos centros de tratamiento del ébola fueron incendiados en ataques coordinados que tenían como objetivo específico la respuesta. Además, la inestabilidad política y la desconfianza pública hacia los extraños hacen que localizar y vacunar a personas infectadas o de alto riesgo sea extremadamente difícil.
Con una situación en deterioro en el Congo, la OMS debe liderar desde el frente y unir a la comunidad internacional para poner fin a esta epidemia. Las declaraciones y los comunicados de prensa solo llegan hasta cierto punto: es hora de que se tomen medidas reales para salvar vidas.