Con la próxima Asamblea Mundial de la Salud a fines de mayo, y las indicaciones de que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) planea buscar un segundo mandato en el cargo, AIDS Healthcare Foundation (AHF), el mayor proveedor mundial de atención del VIH/SIDA a nivel mundial, pide a los Estados miembros de las Naciones Unidas que consideren y aborden las muchas formas en que la OMS no estuvo a la altura de la tarea de proteger al mundo del COVID-19.
“Han pasado catorce meses desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia, y el mundo se sumió en el caos. Las vacunas están aumentando, pero con demasiada lentitud en muchas partes del mundo, y países como la India están en llamas”, dijo el presidente de la AHF, Michael Weinstein. “Los esfuerzos internacionales coordinados para controlar el COVID-19 han sido prácticamente inexistentes, lo que plantea la pregunta: ¿por qué el mundo no estaba preparado para esta pandemia? Y lo que es más importante, ¿por qué la institución con la responsabilidad principal de proteger la salud pública mundial, la Organización Mundial de la Salud, fracasó tan catastróficamente?
Como se detallará en los 10 puntos a continuación, los pasos en falso en los niveles más altos de la OMS provocaron demoras y confusión con consecuencias nefastas en todo el mundo. El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en última instancia, tiene la responsabilidad de las acciones de la OMS, o la falta de ellas, desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. A la luz de estos hechos, está claro que el Dr. Tedros no debe ser reelegido como director general para un segundo mandato de cinco años en la OMS.
Como lo demuestran el SARS, el ébola, el zika y la COVID-19, cada nuevo brote de enfermedad infecciosa conlleva un conjunto único de propiedades que plantea desafíos inesperados y requiere una respuesta especializada. No existe una solución lista para todos los brotes, pero en términos de las mejores prácticas de salud pública basadas en evidencia, existen principios básicos universales, como la transparencia, la rendición de cuentas y la coordinación. La OMS, bajo la guía de Tedros, ha fallado en gran medida en implementar y mantener estos principios mientras respondía a COVID-19 de las siguientes maneras:
- Si bien aún no está claro exactamente cuándo y dónde estalló por primera vez el COVID-19, sí sabemos que fue antes de lo informado por primera vez por la OMS. Un reciente Estudio en Italia antepone su primer caso al primer caso identificado en China. Además, ocho científicos en China dieron la alarma sobre un nuevo virus en diciembre de 2019 y fueron detenidos e interrogados por las autoridades. una universidad de harvard análisis mostró un aumento del tráfico en las instalaciones de salud de Wuhan desde agosto de 2019. La OMS no tenía un sistema de alerta temprana eficaz, sabía sobre este virus y no lo informó, o el gobierno chino le impidió saberlo. El resultado es que la COVID-19 se propagó durante meses sin ser detectada, lo que impidió una contención eficaz y allanó el camino para una pandemia desastrosa.
- Una vez que la OMS reconoció la aparición del virus a principios de enero de 2020, resistió la presión de las principales partes interesadas, incluida la AHF, y no declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional hasta el 30 de enero de 2020. A fines de enero, ya había más de 8,000 Casos oficialmente reportados de COVID-19. Esto contribuyó a la autocomplacencia por parte de los países a la hora de prepararse y responder con eficacia.
- A pesar de la propagación de COVID-19 a varios países, la OMS esperó 40 días adicionales hasta el 11 de marzo de 2020 para declarar una pandemia.
- El director general de la OMS reiteradamente alabado La respuesta de China al COVID-19 a pesar de saber que sus autoridades no actuaron con rapidez y transparencia, perdiendo un tiempo precioso para que el mundo respondiera. Además, la OMS sabía que China estaba reteniendo datos vitales sobre el virus y estaba bloqueando la entrada de científicos independientes para investigar los orígenes del virus. La OMS delegación recientemente fue a China y se le negó el acceso a datos fuente y fue manejado cuidadosamente por las autoridades chinas.
- El panel de la OMS, que fue enviado a China para investigar los orígenes del COVID-19, fue no del todo independiente. Fue seleccionado en coordinación con el gobierno chino y personas incluidas que tenía claros conflictos de intereses debido a un trabajo previo con el Instituto de Virología de Wuhan. Incluso en una situación en la que la imparcialidad era esencial, la OMS no tenía suficiente liderazgo o poder para exigir responsabilidades a los países.
- A lo largo de esta pandemia, la OMS no proporcionó información científica autorizada, datos y orientación operativa pragmática que pudiera informar los esfuerzos mundiales para controlar el virus. Como resultado, casi todos los países actuó por su cuenta con respecto a la notificación de casos, restricciones de viaje y orientación, causando caos y contribuyendo a la propagación de la enfermedad.
- La OMS carecía de una estrategia de comunicación coherente. Hablaban con autoridad sobre asuntos que no entendían, pero se equivocaban sobre cosas que estaban bastante claras. Algunos ejemplos incluyen inconsistencias iniciales sobre si había de humano a humano transmisión, la eficacia de máscaras faciales, y la eficacia y seguridad de Ibuprofen o uso de dexametasona entre pacientes con COVID-19.
- La OMS no desarrolló una estrategia de vacunación eficaz. Trabajando con extensión COVA, no lograron reunir los recursos necesarios para garantizar el acceso a las vacunas para el mundo en desarrollo, no abogaron por las exenciones de patentes esenciales y no proporcionaron una guía efectiva sobre estándares mínimos o efectos secundarios. En la actualidad, COVAX espera proporcionar suficientes vacunas para proteger 20% de personas en 92 países de bajos ingresos, pero la OMS dice que para detener el COVID-19, en menos 70% de las personas necesitan ser vacunadas.
- La OMS no abordó ni incentivó la movilización de la sociedad civil para ayudar a educar y convencer a las comunidades para que cooperen con las medidas de prevención.
- La OMS no proporcionó ni estableció estándares viables oportunos para el equipo de protección básico.
Por estas y muchas otras razones, el mundo necesita una nueva arquitectura de seguridad de la salud pública. Es la naturaleza misma de la OMS, que responde ante 194 ministros de salud, está altamente politizada y está lujosamente instalada en Ginebra, lejos del campo de batalla, lo que la hace ineficaz en la lucha contra esta y futuras pandemias.
Este comunicado de prensa es la Parte 1 de una declaración de dos partes sobre la necesidad urgente de reformas fundamentales del sistema mundial de salud pública. La Parte 2 destacará cómo debe diseñarse la estructura para un nuevo y mejorado Convenio Mundial de Salud Pública.