AIDS Healthcare Foundation (AHF) expresó alarma y decepción hoy por la decisión de China de eliminar el lenguaje que apoya el acceso rápido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los sitios de brotes en futuras pandemias de un documento clave relacionado con las negociaciones de un nuevo tratado de pandemias. Este desarrollo fue reportado por primera vez por el Vigilancia de la política de salud y atribuido a una fuente diplomática.
“Desde el principio, la pandemia se adelantó durante muchos meses debido a la falta de transparencia, rendición de cuentas y cooperación, precisamente las cosas que necesitamos desesperadamente en un nuevo Convención Mundial de Salud Pública”, dijo el presidente de la AHF miguel weinstein. “Las negociaciones del tratado aún no están completamente en marcha, pero China ya se está moviendo para socavar los principios fundamentales de la salud pública en detrimento del mundo entero. Al ingresar al tercer año de la pandemia, todos todavía estamos pagando el precio de esos retrasos, mientras que los orígenes del SARS-CoV-2 siguen siendo una pregunta sin respuesta. Si la comunidad de naciones se toma en serio abordar el peligro de futuras pandemias, los Estados miembros no deben permitir que China ni ninguna otra nación bloqueen unilateralmente las disposiciones que permitirían a los científicos acceder rápidamente y responder a nuevos brotes sobre el terreno”.
El documento en cuestión es un informe provisional del Grupo de Trabajo de los Estados Miembros sobre el Fortalecimiento de la Preparación y Respuesta de la OMS ante Emergencias Sanitarias (WGPR). Resume una serie de propuestas y recomendaciones para el futuro tratado mientras la Asamblea Mundial de la Salud se prepara para formular el primer borrador del instrumento y comenzar las negociaciones.
AHF ha pedido transparencia durante la pandemia, particularmente de China, que ha prohibido a los investigadores acceder al personal, las instalaciones y los primeros datos de casos que podrían ayudar a determinar los orígenes del SARS-CoV-2.
A medida que los países comienzan a definir sus posiciones sobre el tratado, existe el peligro constante de que los imperativos de la salud pública mundial sucumban una vez más a los intereses políticos y, en última instancia, dejen al mundo expuesto a pandemias. Los Estados miembros harían bien en recordar a los 5.5 millones de personas que perdieron la vida a causa de la COVID-19 porque el mundo no estaba preparado y tardó en responder.