LOS ÁNGELES (24 de enero de 2022) Mientras la Junta Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) inicia hoy una semana de deliberaciones en medio de la pandemia en curso, AIDS Healthcare Foundation hace un llamado a los Estados miembros para que se comprometan con una revisión sustancial de la sistema mundial de salud pública que consagre los principios de equidad, transparencia, rendición de cuentas y cooperación en una nueva convención o tratado jurídicamente vinculante.
“La pandemia es el resultado de décadas de mentalidad de 'negocios como siempre' sobre la salud pública en la ONU y la OMS. Una alarma contra incendios es inútil si el camión de bomberos no aparece. Si el resultado de estas negociaciones en curso es algo más que una reforma fundamental del marco mundial de salud pública, en poco tiempo estaremos combatiendo otro incendio pandémico, con resultados igualmente pobres”, dijo el presidente de la AHF, Michael Weinstein. “Después de millones de muertes y un costo económico devastador, el mundo tiene grandes expectativas de nuestros líderes para generar cambios. Otra resolución burocrática a medias no va a ser suficiente: necesitamos una Convención de Salud Pública Mundial con poder real para proteger a las personas y garantizar la equidad en todo el mundo”.
Debido a que las negociaciones de tratados bajo el mandato de la Asamblea Mundial de la Salud dependen en gran medida de lograr un consenso, cualquier instrumento legal corre el riesgo de diluirse en el lenguaje menos polémico y, en consecuencia, menos efectivo. Ya han surgido dos ejemplos de este tipo: China se opone a una disposición que otorgaría a la OMS la autoridad para investigar directamente los brotes en los países, y varios países han vetado una propuesta para recaudar contribuciones señaladas para financiar a la OMS. A medida que continúan las negociaciones, los encargados de tomar decisiones deben recordar que un tratado no es el objetivo en sí mismo, sino un medio para prevenir otra catástrofe de salud pública. El mundo necesita un fuerte liderazgo y acción por parte de la OMS, no un consenso diluido.
# # #
